En nuestro Partido de Tigre existen sólo tres líneas comunales de transportes de colectivos: la 720, la 721 y la 723. "Si salgo a buscar los colectivos, por el control de emanaciones, creo que dejo a los vecinos sin servicio y los tengo acá protestando en un rato", indica al explicar el nivel de incumplimiento con normas en algunos aspectos. Lo que hacen, ante eso, al hacer la recorrida toman nota de los internos que aparentemente exceden los niveles permitidos y lo notifican a la empresa a la cual le avisan que, en una semana, ese interno debe presentarse en el Corralón Municipal para un control de gas. "De esta forma no sorprendemos a nadie pero trabajamos para mejorar la calidad del servicio", señala Fernández. Aún así han tenido casos en los cuales no se presentaron los internos y tuvieron que salir a secuestrarlos, con eso entendieron las ventajas del mecanismo.

"La 723 es la empresa que más cumple, aunque tienen sólo 25 internos contra más de 80 de la 720 y más de 70 de la 721. Además la 723 tiene el 95% de los internos habilitados, en tanto las otras dos tienen el 80% habilitados. Lo que les falta para tener todo en regla es generalmente problemas con la Verificación Técnica Vehicular -VTV-, circulan porque están en proceso de habilitación, tienen un período de gracia mientras hacen los trámites", nos cuenta y agrega que "a nosotros nos interesa sobre todo que tengan las condiciones legales, o sea seguro, licencia habilitante del chofer y titularidad y además, la VTV".

"En el 2002 hicimos un relevamiento y detectamos 220 remiserías en todo el Partido de Tigre, el problema es que hay remiserías que funcionan en casas particulares pero nosotros no podemos entrar a ellas para controlar, podemos hacerlo con las que tienen un cartel y están en locales abiertos al público", destaca el Lic. Fernández. Tienen conciencia de que hay más en realidad y que se han incrementado desde entonces. "A partir de eso comenzamos a hacer auditorías sin poner la soga al cuello, dada la situación económica general", manifiesta.

Se otorgaron plazos para hacer la habilitación de los locales, en Inspección General (que son los responsables de que cada una tenga playa de estacionamiento) como de los vehículos, esto último responsabilidad de Tránsito. Una remisería debe tener, como mínimo, cinco vehículos (en ciertos lugares pueden ser tres). Pasados los plazos se comenzó a multar y secuestrar los que no habían ordenado su situación. Desde el 2003 se han secuestrado más de 200 vehículos y se clausuraron 15 remiserías. A partir de esas acciones se comenzó a acatar mucho más la normativa respectiva.

En este caso se piden los mismos requisitos que en otros transportes públicos, de papeles, seguro y técnicamente en condiciones. Si bien la antigüedad máxima es de 15 años tampoco se es absolutamente estricto en esto ya que importa más la aprobación técnica, un auto de 5 años puede estar sin las condiciones necesarias y si estarlo uno de 16.

Una remisería no debería tener estacionado en su puerta no más de 1 vehículo o 2 los días de lluvia. El resto deberían estar en su playa de estacionamiento.

"Nosotros pretendemos que las personas tengan buena voluntad de hacer las cosas bien, hay planes de pago y no se ahorca a nadie", destaca Fernández.

Con relación a los taxis hay 5 paradas: 2 en Tigre, 1 en Gral. Pacheco y 2 en Don Torcuato.

"El que maneja bicicletas desconoce que es un transporte, los padres le regalan a los chicos la bicicleta como un juguete y es en realidad un vehículo, o sea que desde chicos no asumimos la responsabilidad que implica, en aspectos técnicos y legales", manifiesta Fernández. Las bicicletas deben respetar las normas de tránsito como todos y sin embargo la mayoría de los ciclistas las ignoran. Por ejemplo la gente no entiende que no se puede andar en bicicleta por las veredas, que no debe circular en contramano, que deben respetar los semáforos, etc.

Con relación a las motos los problemas principales suelen ser la falta de uso de casco, los problemas de papeles y el respeto de las normas de tránsito. Muchos no lo saben pero las motos y ciclomotores deben tener el VTV.

"Si aplicáramos a rajatabla la ley de tránsito creo que no podría circular nadie…", afirma Fernández. Aunque en la charla nos cuenta que hay cosas que son mitos, por ejemplo la falta de pago de la patente es un problema impositivo que no impide la circulación, ellos no pueden multar o secuestrar por la falta de la patente o por tener las patentes viejas. Ellos pueden si exigir la cédula verde, la licencia de conducir y el seguro obligatorio.

La mayoría del personal entra a trabajar a las 8 hs. aunque algunos cubren desde las 7 hs. los cruces escolares más complicados. El horario normal del personal es hasta las 18 hs. pero también queda una guardia posteriormente. "Para hacer las cosas mejor debería tener alrededor de 100 inspectores", destaca Fernández y agrega "San Isidro tiene 90 y su territorio es mucho menor". Sin embargo, con la dotación que posee se ha armado una distribución lo más extensa posible con lo cual se cubren todas las localidades. Hay de 2 a 4 inspectores en cada centro de localidad, abocados especialmente a la tarea en cada una. Además poseen móviles que se van desplazando para hacer operativos de controles de documentación, de peso, de emanaciones de gases, etc.

"Realmente es mucha tarea para el personal y, aún así, se están labrando entre 1000 y 1400 actas de contravención mensualmente", indica Fernández quien ejemplifica agregando que "el mes pasado se secuestraron 360 vehículos… en un solo día 17 remises". Las actas son emitidas y pasan al Juzgado de Faltas, lo que ocurre luego escapa a sus responsabilidades.

Por mal estacionamiento una multa puede ser de $ 100 y a un colectivo por emanaciones irregulares puede andar en los $ 400. Quien circula alcoholizado puede tener una multa de más de $ 3000. En todos los casos pueden agravarse de acuerdo a la actitud de los multados. La Dirección de Tránsito posee, para desempeñar su tarea, 8 cuatriclos y 3 camionetas.