Desde
antes de fin de año que esperaba un pasaje para ir a visitar a mi
hijo que vive en Brasil y a la vez son unas mini-vacaciones, ya
que se radicó en Florianópolis "La isla mágica", como
le dicen allá.
El
largo viaje: 1.700 km, fue un placer con un paréntesis de terror
que es pasar la Aduana en la frontera Paso de los
Libres-Uruguayana. Más de cuatro horas de pie para acceder a un
trámite relativamente breve, con un calor agobiante, pero al
coincidir varios micros a cuarenta o cincuenta pasajeros por
vehículo, y sólo una o dos personas para la atención al
público, se tornó en un infierno.
"Ante
las protestas de los usuarios pensé que había que elevar una
queja generalizada...pero casi al mismo tiempo tomé en cuenta,
que hay tantas falencias con prioridad uno, que sufre nuestro
querido país que esa nimiedad había que bancársela...".
Bueno,
nada, al llegar el abrazo extrañable, la belleza del panorama que
a uno lo recibe antes de cruzar el Puente y el mar y los morros y
luego días hermosos y el reencuentro con amigos y todo lo que
supone el "dolce far niente"... y el regresó. El abrazo
de mi pequeña gran familia y otra vez la rutina, y las caras de
preocupación de la gente, ¿cómo hacer con el mismo dinero y
estirarlo para que alcance el alza de los precios?... etc. Más
hechos de corrupción, más asalto de delincuentes de "guante
blanco", con nombre y apellido, pero que para nuestra
desazón nunca les llega el castigo merecido.
A
pocas horas de estar aquí, comienzan a surgir en los medios
noticias desde Florianópolis, de jóvenes argentinos tratando de
timar a una cajera en un supermercado muy conocido, los detuvieron
claro, y a partir de allí tal vez por un contacto con los medios
más importantes se convirtió el lamentable hecho en una fuente
de información mediática acaparando los informativos de TV,
primeras planas de los medios gráficos y radiales, comprometiendo
la intervención de funcionarios consulares, reportaje a las
familias, etc... con un final feliz y un regreso con
gloria...(¿?).
A
la inversa dos muchachos "grandecitos" que violaron en
su departamento a una jovencita del lugar que inmediatamente -o
sea que había guardia periodística- declaró que había subido
ante la invitación cordial de los argentinos y hasta se veía muy
contenta... y otra vez "pan y circo" en los medios...
por supuesto, todo lo que trasgrede los códigos morales, la
ética, las buenas costumbres que nos involucra, máxime en otro
país, puede llegar a ser noticia.
El
periodismo sano debe medir la escala de valores en la información
y darle el espacio vital de su poder de difundir con justicia e
indoneidad sobre todo con la variedad, temas que el país necesita
para crecer.