Llega
Octubre y con él "el día de la Madre", otra de las
incongruencias de los "Días de..." hay que amarla y
homenajearla todos los días... ¿o no? Pero para los
desprevenidos, al menos en esa fecha, la saludan. Como todos los
años, unos cuantos días antes comienza la programación
comercial para orientar a los indecisos hijos, con ofertas que van
desde una plancha moderna a un televisor de última generación...
que desde luego va a aprovechar toda la familia de la abnegada
progenitora. Además del rito sagrado de ir a comer todos, las
pastas de mamá; y la Reina de la casa termina extenuada, sobre
todo si estuvieron los nietos adorados, con esa virtud que tienen
de dejar desparramado todo.
Esta
no es una desalmada crítica, por que hay mamis tan abnegadas que
se sienten felices, por que a pesar de todo tuvieron con ella a
sus queridos hijos y nietos.
Pero
las madres, todo lo soportan, la perdonan por que la mujer nace
dotada por Dios de todas virtudes. Las creó para dar vida y por
eso naturalmente gozan de talentos, de generosidad, de su mentada
debilidad física surge la fortaleza para la superación de los
problemas, con amor, en la familia y si uno tiene real admiración
por las madres biológicas, cuanto más por aquellas maravillosas
madres adoptivas, de tantos chicos que carecen de calor materno, y
encuentran la ternura que necesitan para crecer en un medio que lo
va a cuidar y a formar como un ser humano necesita para alcanzar
la madurez en pleno.
Además
hay un montón de madres eventuales, como las docentes, las
enfermeras, las doctoras pediatras, las maestras jardineras, las
asistentes sociales, las religiosas de los cotolengos, y aquellas
que tienen "coronita" por su santidad, como la Madre
Teresa de Calcuta, Santa Rita, Madre Martir y María de Nazareth,
en todas sus advocaciones.
Todas
sufrieron dolores lacerantes por sus hijos. Y actualmente las
atormentadas madres prolíficas que luchan en la miseria viendo a
sus hijos con tantas carencias, y el Día de la Madre solo será
un día más, solo que más doloroso... y no hablo sólo de
nuestro país, donde uno ha visto pasar décadas, generaciones y
en vez de adelantar, los problemas socioeconómicos, la mentalidad
corrupta y raquítica de gobernantes, que miran sólo su cuenta
bancaria y funcionarios que están más cerca de la realidad, pero
o no tienen los medios, o les falta la creatividad para quebrar la
dolorosa rutina centenaria y, en otros países milenaria.
Bueno
seamos optimistas y no perdamos la sonrisa a pesar del dolor, ni
de soñar con ideales de superación.