 |
Walter
Martín |
|
Hasta
en una democracia hay límites, y los piqueteros los están
rompiendo haciendo peligrar todo. Es un grupo que está asesinando
lentamente al país, y debemos evitarlo. Sus métodos de reclamo
exceden a la democracia y a la misma Constitución.
Si
alguno de ellos lee esto, les cuento que la Democracia es un
estilo de vida, que los gobiernos se cambian pacíficamente.
Tenemos
libertad de expresión, pero no podemos seguir permitiendo que
grupos inadaptados formen campañas sistemáticas y violentas para
fines que son más personales que para el pueblo. Se puede estar
en contra del gobierno pero no en contra del mismo pueblo, no en
contra de la Nación.
Los
piqueteros parecen no comprender esto. La Democracia no les da
licencia para hacer cualquier cosa.
En
Democracia debe haber responsabilidad, cooperación; es el pueblo
quien gobierna y hay que oír la voz de éste. El pueblo pide
trabajo y bienestar, y no lo que los piqueteros están provocando.
A
este paso, nos queda poco de Democracia. Es el momento de pensar
seriamente por parte del gobierno y del resto del pueblo; qué
hacer con estos sujetos.
Porque
de no ser así, nos llevarán a una anarquía que aniquilará
todos nuestros derechos y libertades.
Es
imprescindible expresar el descontento público contra el accionar
del gobierno, pero cuando la protesta amenaza destruir la
estructura social y el sistema político, esto a su vez destruye
inevitablemente la vida democrática.
Walter
Martín
|