En
un bosque de pinos vivía un animal muy especial. ¿Por qué digo
que es especial?, porque no era ningun animal como los que
conocemos. No comía con la boca, sino con las orejas; y escuchaba
por la boca.
No
caminaba con las patas, sino con la cola. Cuando se ponía
contento movía las patas. Esto último sólo pasó una vez, sólo
una vez se puso contento y esto fue cuando vio a su mamá al
nacer. Luego ella murió y el pequeño animalito se quedó solo.
Ningún otro animalito lo aceptó, por ser diferente, y el pobre
tenía que vivir escondido.
Un
día, una osa lo vio llorando y se compadeció de él
preguntándole que le sucedía. El animalito extraño le dijo:
-Lo
que pasa es que por ser diferente nadie me quiere.
-¿Sos
vos?. ¡Sí, es el animal extraño!.
La
osa se asombró mucho, no parecía ser ese el animalito tan
criticado.
-¡Vos
sos el animal raro!, ¡no lo parecés!.
Una
vez que la osa se calmó, le dijo al animalito que le iba a decir
a todo el bosque que él no era lo que parecía, y así lo hizo.
Hasta
los árboles se enteraron. Todos los animales le fueron a pedir
disculpas al "extraño" y éste las aceptó. En unos
días, ya se habían acostumbrado a jugar con el animalito, y lo
llamaron "Amigaso".
Ivanna
Erhardt (11 años)
(Alumna
del Taller Literario
"Tu
Mundo Interior" 4748-3357)