Las guerras mundiales quedaron atrás pero no los conflictos entre naciones. Por eso, hoy vivimos una situación internacional nunca antes vista.

Nunca en la historia mundial hubo tanto movimiento de armamento para un conflicto global como ahora, ni tanto dinero de por medio para ello.

El mundo puede morirse de hambre, alimentos faltan, pero armas no. Abunda la juventud sin empleo... que busca armas que los transformen de pobres diablos a supuestos "héroes" o "víctimas".

Ya no hay guerras mundiales, pero si entre Estados. El peligro ahora es interno: el fin de la sociedad y las instituciones. Por medio de terrorismo y guerrillas, la estructura social se deshace.

La tecnología desmedida hace que muchos queden sin empleo y sin posibilidades de capacitación. La economía de una Nación tiene ahora como raíz el miedo del pueblo y su inseguridad; el hecho de no tener de donde aferrarse.

Y así... crece el abismo entre ricos y pobres. Este es el peligro que corremos hoy.