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Mauricio
B. Bianchi |
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Una
vez escuché a un colega periodista definirse de la siguiente
forma: "Un periodista es alguien que se termina de educar
en público". En su momento, en los comienzos de mi
actividad en esta profesión, no comprendí muy bien esa
definición pero el tiempo luego me demostró que en las palabras
de mi colega primaba más la voz de la experiencia que la teoría.
Ha
pasado el tiempo y cuando vuelvo a leer las primeras ediciones de "EL
DISTRITO" o alguna de las otras publicaciones que he
realizado en ya casi 16 años de actividad, me doy cuenta de
cierta evolución y de lo mucho aprendido en el camino, me doy
cuenta que realmente muchas veces "me he educado en
público" con lo que eso implica: recibir críticas y que
cualquiera opine sobre mi (muchas veces tan solo porque hablar es
gratis).
Pero
afortunadamente, también tengo el orgullo de saber que puedo
volver a leer mis escritos de tantos años y no arrepentirme de
ninguno. Puede ser que al paso del tiempo vea algunas cosas de
otra forma, puede ser que en algún momento haya equivocado mi
percepción sobre algún suceso y sus consecuencias pero,
indudablemente, puedo afirmar que no me arrepiento de lo escrito
porque siempre ha sido escrito con honestidad, nunca he escrito
algo que no pensaba.
Es
más, puede "cualquiera" volver a leer mis escritos y
exhibírmelos y, con toda tranquilidad, puedo "resistir al
archivo" e incluso, en muchos casos (por suerte muchísimos)
hasta deberán decirme "tenías razón". Muchas veces (y
basta para ello con leer varias editoriales) he previsto sucesos
que, como siempre expreso, no lo he hecho por mago ni vidente,
simplemente por informado, razonable y utilizar el muchas veces
olvidado sentido común.
Luego
de tantos años de reflejar sucesos de nuestro Partido de Tigre y
de brindar mi opinión abiertamente, sin restricciones impuestas
ni autoimpuestas, luego de muchos años de "educarme en
público" llega un momento de un dilema interesante: ¿cómo
compatibilizar eso con el ejercicio de la función pública?.
El
pasado 30 de enero de 2008, por medio del Decreto 96, el
Intendente de Tigre Sergio Massa me designó Director de la
Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) que es un
organismo que, para decirlo simple, es el órgano local que se
ocupa de la defensa y respeto de los derechos constitucionales de
usuarios y consumidores. Respecto de sus objetivos, alcances y
funcionamiento habrá una nota en la próxima edición y,
seguramente, haremos notas de recomendaciones mensualmente.
En
ese momento se me presentó la circunstancia de imaginar la
actuación pública (realizada desde años a través de los medios
y organizaciones de la comunidad) con la novedad del ejercicio de
la función pública.
Diría
que el hecho de ahora tener una actividad en la cual me paga el
pueblo mi salario y que me exije responsabilidad (o sea responder)
hacia los mismos agrega un extra a lo que ya tenía de antes que
era "actuar públicamente" pues, desde la conducción de
una editorial que ha desarrollado muchos medios a lo largo de los
años y desde la dirigencia de organizaciones de la comunidad de
diversa índole (foto club, rotary club, biblioteca, etc.), lo
hice durante más de 15 años.
La
solución encontrada es simple, y seguramente será criticada por
algunos y aceptada por otros pero, sobre todo, es en lo que creo:
nunca me autocensuré (aunque si me han censurado en otros medios)
y no lo haré ahora.
No
dejaré mis medios como no lo haré con mi estudio jurídico. La
función pública es inestable, puede durar 1 mes o años (el
mejor ejemplo de ello es que algunos que estuvieron 20 años aún
hoy no terminan de aceptar que se les terminó), pero ello no
obstará al compromiso y la responsabilidad en la función
pública.
"EL
DISTRITO" será
llevado adelante por una persona de mi entera confianza y que me
ha demostrado su capacidad de trabajo ya desde hace tiempo:
Victoria Etchart. Pero tendré reservado para mi esta columna, un
espacio donde, como lo puede hacer cualquier vecino, podré opinar
libremente, como siempre lo hice. También seguirán los vecinos
teniendo este "medio" para expresarse, como siempre se
hizo, aún cuando no coincidieran con mis opiniones.
El
hecho de compartir las decisiones políticas del Intendente no
implica perder la capacidad de opinar. ¿Acaso los funcionarios no
escriben regularmente columnas de opinión como invitados en los
grandes medios nacionales? El que ignora eso poco lee los diarios.
Será tan razonable el elogio como lo pudo ser en otro momento y
si por alguna circunstancia la opinión va en contra de las
decisiones políticas, no será éste el ámbito donde se dirima.
Llego
a la función pública desde la política, no desde la política
partidaria, y política es lo que haré en la función pública
(otro día transcribo aquí alguna vieja editorial donde explicaba
esa diferencia) pero, lógicamente, en sintonía con quien me
designó, a quien le debo lealtad, aunque eso no impide que tenga
en claro que la responsabilidad la tengo ante todos mis vecinos.
Dr.
Mauricio
Bernardo Bianchi
mauriciobianchi@eldistrito.com.ar
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