Cerro:
Chall-Hua-Co en el Parque Nacional Nahuel Huapi, Provincia de Río
Negro.
Perfil
de los participantes:
-Doris
Chiesa, estudiante del Profesorado de Edución Física con
Orientación a la Montaña (en ese entonces) y sobreviviente del
Cerro Ventana
-Sergio
Paoli, astrónomo, webmaster del principal portal de aventura del
mundo
-Santiago
Storni, arquitecto, intrépido cronista de montaña.
De
ello se deduce claramente que "la joven" del grupo era
Doris.
CAPÍTULO
I
Preparativos:
La
noche previa se ingirió una dieta especial de montaña,
consistente en utilizar los vouchers que el Emprotur había
brindado para el Simposio de Deportes de Aventura al que habíamos
sido invitados, lo que nos llevó al Ahumadero de Weiss: sopas de
hongos y de verduras, pollo con papas noisette, goulash con
spetzel, helado de chocolate y cafecito (uno cortado).
Previo
al reposo pre-expedición, ese sábado a la noche hubo una
incursión de uno de los integrantes en el "Wilkeny"
(pub copia del Kilkeny), sin mayores resultados.
Partida:
07:45
hs. del domingo 4 de mayo, arriba. La panza de uno de los
integrantes parecía un globo areostático y le hizo recordar la
abundante cerveza tirada del "Wilkeny". En el desayuno
se realizó el "Operativo Vianda", consistente en
manotear de la mesa de desayuno del hotel panes, fetas de jamón y
queso, paquetitos de manteca y una banana para el amuerzo en la
montaña; scons y medialunas para la merienda. Todo eso
introducido subrepticiamente en una bolsita de Tafirol, sponsor
del simposio.
Pasamos
a buscar a Doris a las 09:00. Tocamos el portero eléctrico. Voz
de ultratumba:
-"¿Hola..?".
-"¡Doris,
vamos!"
-(Silencio)
-"¿Estás
lista?"
-"...No.
No sonó el maldito despertador."
-(Santiago)
"¿Venís o no?"
-(Doris)
"Humm... No." (se vuelve a acostar).
-(Sergio
por el portero eléctrico) "¿Me
podés decir cuánto te toma vestirte?"
-(Doris,
piensa...) "¡Si me esperan ya bajo!" (se viste a
las apuradas y sube al remis)
El
chofer no quiso entender eso de que éramos medios de prensa y el
tema del "canje", y se mantuvo inmutable en cobrarnos: $
17.-
Allí
surgió el primer problema de la expedición: ¿Cuánto es 17
dividido tres?
CAPÍTULO
II
Ascensión:
Llegados
a la base en el remis, iniciamos la marcha hasta la Laguna Verde y
el Mirador del Pedregoso, todo bien; unas fotos y seguimos con un
solo rumbo y una sola convicción: la majestuosa cumbre.
Subiendo
nos encontramos con una pareja de españoles. Estamos seguros de
que eran españoles porque nos dijeron "...¡Que está
bonito!".
Eso
explica el carácter internacional de esta expedición.
En
la ascención el cansancio se hace notar y Sergio, con una
molestia en el tobillo, decide no seguir.
(Relato
de Santiago) "Camino a la cumbre el viento arreciaba
indómito (en algún otro lado).
Al límite de mis fuerzas decidí utilizar el teléfono satelital
que Global Star había comprometido en apoyo de semejante
expedición, y decidí telefonear a mi esposa en Buenos Aires para
despedirme con mis últimas palabras antes de que el agotamiento
me llevara... cuando recordé que no tenía esposa!. Entonces
decidí llamar a mi mamita. Pero era domingo y a esa hora debía
estar en misa. Además recordé también que Global Star no nos
había dado pelota con ningún canje, o sea que no tenía ningún
teléfono satelital. Entonces silbando bajito seguí caminando
nomás".
Cumbre
¡Finalmente
Doris y Santiago, alcanzan la majestuosa cumbre..!
Hollar
la cumbre, la satisfacción de la conquista, la meta realizada,
son sentimientos que seguramente afloran al coronar una montaña.
Pero nosotros nos sentamos sobre unas piedras a comer los
sanguchitos choreados al hotel, y a contemplar el panorama.
Descenso
y pérdida:
Al
descenso, no es que se perdieron apenas arrancaron, sino que
"decidieron" crear una ruta alternativa prescindiendo de
las marcas y encararon derecho p’abajo cortando clavos.
No
encontraron la senda correcta hasta muy cerca de la base, donde
esperaban encontrar a Sergio... Pero abajo Sergio... ¡no estaba!.
-(Doris)
"¿Sergio? ¿Dónde está
Sergio?? ¡Vamos a buscarlo!"
-(Santiago)
"Debe estar en la laguna."
-(Doris)
"Me preocupa".
-(Santiago)
"A mí no. Me tomo un mate cocido, descanso un poco y
después lo buscamos."
-(Doris)
"Bueno."
Luego
de unos mates con medialunas choreadas del hotel, finalmente
salimos en busca del señor Paoli en una desición de arrojo y
desinteresada valentía.
Rescate:
A
poco de andar nos encontramos con la pareja de españoles. Ellos
habían alcanzado la cumbre y empezado el descenso bastante antes
que nosotros, pero debido a nuestro atajo secreto ellos recién
estaban llegando a la base. Les preguntamos si lo habían visto a
Sergio, y nos dijeron que apenas descendieron de la cumbre lo
vieron junto a una piedra, ¡tendido...!.
¿Qué
le habría pasado? ¿Un desvanecimiento por la falta de oxígeno?
¿Una abrupta hipotermia? ¿Un edema cerebral? ¡Fuera lo que
fuera lo rescataríamos!.
Si
bien no teníamos nitroglicerina líquida, sabríamos cómo
reanimarlo: con una inyección directa en el corazón, como
habíamos aprendido en "Límite Vertical".
Ascendimos
unos pasos más y lo vemos venir, caminando muy fresco, con el
saco en el brazo y cara de: "¿Me
prepararon el Nesquick?".
El
señor, en la misma piedra que lo habíamos dejado se había
dormido una poderosa siesta, de pijama y padrenuestro. Y como
debido a nuestro atajo nunca nos vio bajar, asombrado nos dijo "¡Yo
creí que ustedes todavía estaban en la cumbre!".
Ya
en el refugio Neumeyer tomamos un chocolate caliente e hicimos
llamar al remis para la vuelta.
Lo
importante era que la cumbre de esa imponente y desafiante mole
había sido alcanzada.
En
nuestras mentes se agolpaban pensamientos de gloria: "Que
el hombre sepa que el hombre puede!", como repetía el
máximo aventurero, Pancho Ibáñez.
El
bien triunfó sobre el mal, como en Expedición Robinson.
Quizás
nos hagan una nota en una publicación técnica de montaña como
el American Alpine Journal o la revista Gente como a Facundo Arana
en el Aconcagua.
A
partir de ese día para ninguno de nosotros la montaña volvería
a ser la misma. El Cerro Challhuaco (2.026 msnm) quedaría grabado
en nuestra alma hasta el final de nuestros días, for ever and
ever.
Santiago
Storni, Doris Chiesa y Sergio Paoli
clan@andinautas.com.ar