El
12 de octubre la Escuela Nº 8 Manuel Belgrano cumplió 115 años
de vida. De por sí 115 años es mucho tiempo, pero lo es más si
consideramos que la escuela se encuentra sobre el Río Espera y
arroyo Gélvez, en nuestro Delta del Paraná.
Pese
a la lluvia y a la sudestada la escuela festejo a lo grande.
Lanchas y botes de todo tipo se fueron acercando desde temprano a
su prolijo muelle, nadie se quería perder nada. La llegada de la
Fanfarria Tacuarí del Regimiento Patricios fue festejada por
todos, especialmente los chicos que maravillados los observaban
bajar de la lancha. Se había presentado en distintos países del
mundo, pero nunca habían tocado en nuestro Delta.
Al
llegar los visitantes podían observar las maquetas y dibujos
realizados por los alumnos reflejando la vida en las islas,
también se expusieron fotografías mostrando la evolución
edilicia de la escuela.
Los
acordes del Himno Nacional sonaron maravillosos a cargo de los
Patricios, los que también interpretaron diversas marchas
militares y conocidas piezas de nuestro cancionero popular.
Durante el acto se entregaron medallas a los ganadores de un
concurso sobre la historia de la escuela, siendo jurados
representantes del Museo Naval, del Museo de la Reconquista, de la
Biblioteca del Museo Sarmiento, del INTA y de la Comisión de
Historia de El Talar.
Luego
de los discursos de ex alumnos, ex directivos, autoridades
educativas y municipales, se sirvió un almuerzo y se compartió
una torta cortada por el Señor Bovero, de 90 años, quien
ingresó a la escuela en 1920.
El
Arroyo Espera fue poblado en el siglo XIX por familias vascas
francesas e italianas que se dedicaron principalmente a las
plantaciones de mimbre, cítricos y nueces. Estos pioneros
gestionaron ante las autoridades la creación de una escuela, la
que fue inaugurada el 12 de octubre de 1889, siendo su primer
edificio una típica casa isleña con dos salones y una cocina. El
edificio actual se construyó en 1951 y fue ampliado recientemente
para albergar al tercer ciclo y el salón de usos múltiples,
gracias al cual se pudo realizar el festejo pese al diluvio y los
truenos. 115 años había que festejarlo.
Ariel
Bernasconi