Muy
pocas personas, de distinto nivel de conocimientos, saben que el
22 de febrero es el "Día de la Antártida Argentina"
pero no hay que avergonzarse ya que pocos argentinos lo saben,
porque para esa fecha las escuelas permanecen en receso y no
ocurre como con otras conmemoraciones patrióticas que son
recordadas en el transcurso de nuestra vida, debido a que están
en el calendario escolar, porque lo que se aprende de niño
en la Escuela, difícilmente se olvide.
En
este año es muy importante el interés que se le debe dar a
esta celebración, porque se cumplen 100 años de la ocupación
permanente de este pedazo de nuestra Patria.
La
Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, integra una
vasta área que ocupa el casquete polar austral y en la que
prevalecen condiciones ambientales particulares las cuales tienen
una influencia muy marcada en la presencia y en las actividades
del hombre.
Por
otra parte, esa zona está afectada a un régimen jurídico
especial cuyo ámbito territorial abarca toda el área al sur de
los 60º de latitud Sur.
La
región antártica delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste
y el paralelo 60º de latitud Sur, forma parte del que fuera
Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, establecido por Decreto-Ley Nº 2129 de fecha 28
de febrero de 1957 y hoy pertenece a la Provincia más joven del
país.
Las
autoridades provinciales residen en Ushuaia y el Gobernador
designa anualmente su delegado para la región antártica, quien
representa así al poder civil de la zona.
La
presencia Argentina en nuestro Sector, según la actividad de los
foqueros criollos y de acuerdo con la investigación histórica,
se produjo en la segunda década del siglo XIX; aunque algunos
afirman incluso que tuvo lugar a fines de dicho siglo.
Eran
buques que desde el puerto de Buenos Aires iban a las llamadas
actualmente Islas Shetland del Sur en busca de sus presas.
El
secreto mantenido por nuestros foqueros hizo que el descubrimiento
de esas tierras fuera ignorado por mucho tiempo y se lo
atribuyeran navegantes de otros países. A fines del siglo XIX y
principios del siglo pasado, la ayuda prestada por nuestro país a
expediciones extranjeras, en particular la de Nordenskjöld,
Gerlache y Charcot, fueron debidamente apreciadas, quedando como
resultado tangible toda una serie de nombres argentinos puestos a
accidentes geográficos: Isla Uruguay, Islas Argentinas, Roca,
Quintana, entre otros.
Como
ya fuera mencionado, en 1904 se inicia la ocupación permanente de
la Antártida Argentina, con el izamiento del pabellón en Islas
Orcadas el 22 de febrero de ese año.
Cabe
destacar que durante 40 años la Argentina fue el único ocupante
permanente del Antártico, hecho que constituye el mejor aval de
nuestros títulos de soberanía en el área.
La
presencia Argentina en la Antártida tiene casi un siglo, récord
que nos enorgullece, y han sido frecuentes los actos de gobierno y
administrativos en relación con nuestras actividades y en defensa
de los derechos argentinos.
Entre
las disposiciones legales de mayor importancia debemos citar el
Decreto del Presidente Julio Argentino Roca de 1904 por el que se
establece el Observatorio Meteorológico Antártico Argentino, el
Decreto de 1951 que crea el Instituto Antártico Argentino, el
Decreto-Ley 2191, ya mencionado anteriormente, que fija los
límites del Sector Antártico, la Ley 18513 de 1969 que crea la
Dirección Nacional del Antártico.
A
estas disposiciones deben agregarse desde la vigencia del Tratado
Antártico, las recomendaciones aprobadas por el Gobierno
argentino que fueron adoptadas en cada una de las Reuniones
Consultivas Antárticas.
Las
bases actuales que posee nuestro país son:
-Permanentes:
Orcadas, Jubany, Esperanza, Marambio, San Martín y Belgrano II.
-Temporarias:
Cámara, Decepción, Petrel, Primavera, Melchior, Brown y
Matienzo.
Un
tigrense en Orcadas
Actualmente
nuestro Partido de Tigre tiene una relación especial con la
conmemoración del Centenario de la ocupación permanente de la
Antártida, ya que el museólogo Pablo Pereyra, que ejerce su
profesión en los Museos de la Reconquista y Naval, es quien ha
tenido la tarea de acondicionar la antigua "casa Moneta"
(que fue la residencia durante décadas de quienes invernaban
allí).
A
través de una minuciosa selección por parte la de Dirección
Nacional del Antártico fue el elegido para llevar a cabo, junto
con la arqueóloga Verónica Aldazábal -iniciando la Campaña
2000/01-, una excavación arqueológica en el lugar donde los
expedicionarios de 1903-1904 acopiaban sus víveres y muestras
biológicas, además de otros elementos.
Este
material fue inventariado y llevado a la Casa Moneta (cabaña
construída en 1905), segunda construcción realizada en el
Continente Antártico, que actualmente funciona como museo,
debiendo para ello, reacondicionarla y reambientarla como era en
la década de 1920 (cocina, comedor, camarote, lugar de trabajo).
En las campañas 2001/02, 2002/03 y en la actual, estos expertos
fueron allí a trabajar.
En
septiembre de 2002, Pablo deleitó a un grupo de asistentes -en el
Museo de la Reconquista- con las diapositivas sobre sus viajes.
Seguramente este año repetirá esta experiencia enriquecida con
la celebración del centenario.
Se
pueden ampliar estas informaciones en:
-www.eldistrito.com.ar
(Edición N° 110 -Octubre
2002-)
-www.marambio.aq
El
Distrito