EXPERIENCIAS: Jorge y Hermes

     AÑO XI - NUMERO 115 - ABRIL DE 2003     


Los autores de la nota tienen la pasión de "las dos ruedas" y convierten ese "medio de transporte" en una oportunidad para "recorrer y conocer". En este caso anduvieron por la Provincia de Entre Ríos y nos cuentan como fue ir...

POR LOS GIGANTES DE HORMIGON HACIA EL PALMAR DE COLON


Somos Jorge Mazzochi (19) de Benavídez y Hermes Chesini (31) de Gral. Pacheco, y les escribimos para contarles que el día 21 de Enero, emprendimos un viaje en bicicleta hacia la Provincia de Entre Ríos, más precisamente a "Parque Nacional El Palmar". El viaje tuvo una duración de 10 días. Todo comenzó muy temprano, viajando en tren desde Benavídez hasta Zárate, verdadero punto de partida de esta historia.

Una vez en Zárate, a las 6 de la mañana y de buen humor, decidimos enfrentar el primero de los dos gigantes de hormigón que nos separaban de Entre Ríos. Todo sucedió muy rápidamente con una ruta poco transitada pero a su vez respetada, pues las cruces a la vera del camino nos iban diciendo porqué se la llama "la ruta de la muerte".

 

Gualeguaychú y Concepción

Después de un largo día llegamos a la entrada a Gualeguaychú, donde una tormenta de verano nos daba la bienvenida. Apuramos la marcha hasta el centro de la ciudad, pero la lluvia nos ganó de mano. Un torrente de agua bañó nuestros cuerpos acalorados y toda la carga de las bicis. Ya en la ciudad fuimos a hospedarnos a la casa de unos tíos, quienes sorprendidos con la visita nos recibieron muy afectuosamente y nos brindaron su hospitalidad.

El segundo día nos llevó de Gualeguaychú a Concepción del Uruguay, donde pasamos la noche en el hermoso balneario de Banco Pelay.

 

Parque Nacional El Palmar

Al comenzar la tercera jornada partimos de Concepción a nuestro destino principal: El Palmar. Por suerte, el cansancio físico fue superado por las ansias de llegar. El paisaje campestre típico hasta el momento eran pajonales, talas, plumerillos y algún álamo o eucalipto; pero, de pronto, las altas palmeras Yatay comenzaban a verse desde lo alto de alguna lomada, hasta el punto de copar el lugar con su brillante verde. Los carteles publicitarios confundían la distancia que restaba para llegar a la entrada del parque, ya que luego un cartel "vial" aumentaba la distancia por algunos kilómetros más. Pero, al fin: ¡Sí!. Un cartel de entrada, otro de bienvenida, un guardaparque, y, ¿qué más?. "Sueño cumplido".

Dentro del Parque permanecimos cuatro noches. El mismo posee 8500 hectáreas de belleza natural, con una impresionante flora y una variada fauna por momentos "casi doméstica" debido al acostumbramiento del contacto humano en su hábitat. Jamás hubiésemos imaginado darle de comer en la boca a un lagarto overo, a los zorros, o estar casi obligados a compartir nuestro almuerzo con urracas paraguayas. El Parque cuenta con una gran infraestructura: museo educativo, muy buenos baños, restaurante y proveeduría (esta última fue el único inconveniente "precios inigualablemente caros"). En las afueras del camping existen ruinas históricas... acantilados, playa, tres excelentes miradores naturales y senderos escurridizos, que con nuestras bicicletas pudimos recorrer hasta el último rincón.

 

Pueblo Liebig - Villa Elisa

El séptimo día dejamos el Parque El Palmar y retomamos la ruta 14 como volviendo para Cólon. Antes de dicha ciudad nos desviamos por el ripio que lleva a Pueblo Liebig: una pintoresca colonia inglesa. Aquí nos interiorizamos por la historia del lugar, donde visitamos el viejo frigorífico abandonado, verdadero fundador de este pueblo. La visita guiada nos transportó al pasado, a un tiempo de gloria y de trabajo, de gente feliz, de caminos, de pueblos y progreso. Dejamos Pueblo Liebig sintiendo un sabor amargo al ver todo ese estancamiento, toda esa gente con la incertidumbre de no saber que será de ellos si la cosa no mejora.

Nuevamente en la ruta encaramos el rumbo hacia Villa Elisa, verdadera "Ciudad jardín" entrerriana. Después de algunas compras necesarias fuimos a visitar las famosas termas de agua salada a 41° de temperatura. Todo fue muy veloz: llegar, armar la carpa, cambiarse y al agua. Nuestros huesos pudieron acomodarse un poco y descansar después de tanto trajinar.

 

Urdinarrain

Octavo día: Sabíamos que nos esperaban 130 km. aproximadamente si queríamos llegar ese día a Urdinarrain, ciudad donde viven unos tíos que sabían de nuestra visita esa noche. La primera etapa de este día transcurrió sobre 40 km. de ripio (muy suelto), acompañados por el "aroma" de criaderos de pollo: 1 de mayo, Pronunciamiento y Caseros. Aquí enganchamos la ruta 39, pasando por Basavilvaso, donde empalmamos la ruta 20 a Urdinarrain. Allí nos esperaban otros parientes que sellaron el carisma y la hospitalidad del pueblo entrerriano.

Al despertar del noveno día tuvimos una charla con el Intendente de Urdinarrain que gentilmente nos agradeció nuestra visita en su localidad. Luego tuvimos la oportunidad de hablar por medio de la F.M. local, contando la experiencia del viaje.

 

Volviendo a casa

La amabilidad de la gente y las galletas entrerrianas entusiasmaban las ganas de quedamos pero, todo tiene un final y volver a casa también tiene su gustito. Así fue que esa tarde partimos hacia Gualeguay, pasando por lrazusta y Larroque. Mucho ripio, mucha tierra y una noche cerrada y misteriosa. Llegamos a las 23 hs. Y nos quedamos en el primer camping que encontramos a un lado de la ruta 12.

El décimo día todo fue un largo camino a casa. Con mucho calor, cansados, pero con viento a favor nos dejamos llevar por la famosa ruta de la muerte. Hicimos un alto en Médanos, un pequeño pueblito perdido entre la ruta y las vías abandonadas. Ya a mediodía llegamos a Ceibas, donde almorzamos abundantemente en un parador. Después de hacer la digestión retomamos el camino a casa, que parecía cada vez más largo, sumado al intenso calor de la tarde. La ruta se mostraba desafiante y nuestra vista se fijaba en la nada a la espera de una estación de servicio donde mojamos un poco y descansar a la sombra de algún reparo. Finalmente la estación de servicios apareció y no era una alucinación. Descansarnos un poco y nos concentramos en lo que sería el tramo final de la travesía: volver a cruzar los dos puentes, es decir, los gigantes de hormigón.

Las dos bestias nos esperaban indiferentes, duras, frías. Pero nosotros llevábamos una carga de fuego en nuestros corazones que no había ni cansancio, ni calor, ni puente que nos detuviera. Un sinfín de voces amigas, de rostros queridos, de pueblos visitados y ciudades luminosas nos gritaban: ¡Vamos, vamos cara jo!.

La simplicidad de este deporte es nuestra razón. Las bicicletas amigas, fieles compañeras de viaje, nos llevan donde nuestras piernas, pulmones, naturaleza y alma quieran ir.

Les estamos eternamente agradecidos a nuestras familias, amigos, novias y a toda la gente de Entre Ríos por el apoyo, cariño y comprensión que nos tuvieron y tienen. Gracias por formar parte de esta historia.

Nos despedimos muy atentamente con un gran abrazo de fuerza y voluntad para todos.

Texto y fotos:

Jorge y Hermes

Pd: durante el año salimos a pedalear los fines de semana y estamos organizando salidas cortas de uno o dos días. Para todos los que se quieran comunicar, compartir sus experiencias o animarse a la aventura, este es nuestro correo electrónico: travesiaazul@hotmail.com 

 

PARA VER VIAJES EN LA RED

Varios de los relatos de "Experiencias" que han enriquecido las páginas de la Revista "EL DISTRITO" están publicados en internet. Se trata de vivencias de viajeros pero no de los típicos circuitos turísticos. Se cuentan viajes distintos, viajes que tienen a veces un ingrediente de aventura, en otros casos una descripción de una actividad deportiva no común (trekking, montañismo, esquíes, etc.) o el descubrimiento de una cultura y formas de vivir que son extrañas o distintas a las nuestras.

Estas historias son, generalmente, de nuestro director pero también de otras personas y, por supuesto, se invita a participar contando el suyo.

Ud. puede ingresar a sitios en los cuales encontrarán relatos ya publicados pero con la ventaja de poder apreciarlos más en extenso y ver las fotos en colores.

www.alborde.com.ar 

Aquí se debe entrar a "Trekking" y allí podrá leer "Una travesía con raquetas y esquíes" y "Unos Gigantes pasados por agua".

 

www.aventurarse.com 

Aquí se debe entrar a "Historias de aventureros" o "Trekking". Allí se podrá leer "Una travesía con raquetas y esquíes", "Del Mascardi al Hess: una travesía otoñal", "Por la cordillera de Chile a Argentina -I y II-", "Expedición a las Nacientes del Amazonas -I y II-" y "Tigrenses en el Aconcagua".

 

www.andinautas.com.ar 

Aquí se debe entrar a "Trekking" y se podrá leer "Expedición a las Nacientes del Amazonas" y "Por la cordillera de Chile a Argentina"

 

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ACTUALIZADO: Thursday, 28 de February de 2008

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