EDITORIAL: Mauricio Bernardo Bianchi

     AÑO XI - NUMERO 114 - MARZO DE 2003     


EL CAMINO CORRECTO


Mauricio B. Bianchi

Esta columna es siempre el espacio que me reservo para "mi opinión" pero en esta ocasión, además, tiene un tinte absolutamente personal que espero no les moleste a los lectores. El motivo de ello es compartir una gran alegría personal.

El jueves 6 de marzo de 2003 alrededor de las 11 hs. rendí mi última y postergada materia y me recibí de Abogado, pero la alegría no terminó allí... ese mismo día, alrededor de las 20,30 hs. rindió su última materia mi hermano menor Pablo (le llevo tres años) y se recibió de Ingeniero Mecánico.

O sea que, en un caso que es realmente poco habitual (si conocen otro similar me lo hacen saber, por favor), el mismo día mis padres pasaron a tener dos hijos profesionales, hijos de distintas edades que hicieron diferentes carreras en distintas universidades.

Fácil es imaginar la alegría de mi hermano Pablo y la mía, como también la de nuestros padres, hermanos y demás parientes y seres queridos.

No tengo palabras para expresar el agradecimiento por la cantidad impresionante de mensajes, llamados y muestras de cariño recibidos en estos días. Pero también, como se imaginarán, estas líneas son para hacer el agradecimiento principal, el más importante, el fundamental que es a mi mamá Mabel y mi papá Enrique.

Sé que estan muy felices por nuestro logro y que esa felicidad es por sentir que ambos tenemos una herramienta más para progresar en nuestras vidas, para desarrollar nuestras vocaciones (ambos estudiamos lo que quisimos).

Cuando pensaba el título de esta nota se me ocurrió que "El camino correcto" era el que mejor resumía la sensación que uno tiene con relación a reflejar lo que ha recibido y recibe de ellos: la indicación siempre del camino correcto.

No voy a hacer "la apología de mis padres"... ellos, como todos, tienen errores. Pero no puedo dejar de destacar que esos errores (que tal vez lo sean para algunos y para otros no), aún esos errores, siempre han venido de la mano de la más absoluta honestidad y, sobre todo, amor.

Los que me conocen saben que no soy una persona de esas que se viven quejando de todo o de muchas cosas todo el tiempo. Soy una persona emprendedora, de actuar antes que esperar, de proyectar antes que estancarse, de organizar antes que esperar órdenes, de agrupar antes que dispersar... todas estas características, sin dudas, heredadas de los genes de Mabel Beatriz Servín.

Los que me conocen saben que soy una persona con capacidad intelectual e inteligencia, con mucha memoria, a la que le gustan las actividades deportivas, ordenado, de tener buen humor antes que mala onda... todas estas características, sin dudas, heredadas de los genes de Enrique José Bianchi.

También saben los que me conocen que soy más de cuidar antes que agredir, de compadecerme antes que ignorar, de tolerar antes que despreciar, todas estas virtudes aprendidas de Mabel y Enrique por igual.

No he pretendido hacer un análisis de mi, sino de reconocerme en ellos, de reflejar que, sin dudas, más allá del título obtenido (apoyado por la contención y apoyo irrestricto de ellos), la principal herencia recibida y que tendré hasta el último de mis días es haber recibido amor y comprensión, aprendiendo que las cosas se logran con esfuerzo, honestidad y buenas intenciones. Ojalá todos pudieran recibir esto, no me cabe duda que el mundo sería distinto.

No voy a hablar de mis defectos -que son muchos pero no atribuíbles a los viejos- ni de los de ellos que, para mi, son verdaderas pavadas como que tal vez la vieja sea muy sobreprotectora o el viejo muy reiterativo. Para señalar los defectos siempre hay un batallón de gente dispuesta, a ellos se lo dejo.

Siempre he sentido, más allá de querer escuchar o no un consejo, que la guía de mis viejos ha sido "por el camino correcto" aunque en ocasiones uno se desvía, le gusta explorar otras alternativas y hasta puede descubrir que tiene razón, pero la intención de ellos siempre fue la mejor, sin dudas.

¿Cómo digo "gracias"?. Pretendo que esto sea un intento de ello y, el obtener este logro profesional es una excelente ocasión para hacerlo.

 

Mauricio Bernardo Bianchi

mauriciobianchi@eldistrito.com.ar

 

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ACTUALIZADO: Thursday, 28 de February de 2008

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