A veces uno se sienta frente a la computadora y piensa muchas cosas, pero es en el día de hoy, en el cual uno no puede dejar de recordar todo lo vivido. Hace 21 años que este mundo me dio la bienvenida, es la primera vez que veo algo semejante a lo que presencié hoy (20 de diciembre). ¿Cómo hace uno para evitar que la sangre hierva por las venas?, ¿cómo hace uno para darle la espalda a todos estos reclamos?. ¡Hoy puedo decir que estoy orgullosa del pueblo Argentino!. Pese a que ya comenzaron a levantarse
banderas que no hacen otra cosa que hacer perder legitimidad en muchos casos, creo que el objetivo está unificado.
Aprendí lo que es quedarse sin aire por un gas lacrimógeno, aprendí lo que es ver a la gente desesperada corriendo por las calles buscando una respuesta en un libro imaginario. Hoy vi muchas cosas, muchos momentos que quedarán en mi retina para siempre, muchas sensaciones que nunca he vivido. En el día de hoy, todos nos unimos... ¡hoy fuimos Argentinos! Por primera vez en estos 21 años vi al país unido por otro tema que no sea un partido de fútbol, y eso me puso más orgullosa aún. Saber que el pueblo abre sus mentes para ver los problemas que atormentan a la sociedad y luchar por ello, eso me hace creer que el sentido de conciencia ciudadana está creciendo en cada uno de nosotros, eso me permite pensar que la semilla de la reivindicacion está creciendo dentro de nosotros.
No hablo de "activistas" ni de "subversivos" creo que en todo esto no caben esos temas. Ahora hay gente que se muere de hambre y se desespera. El pueblo dejó de ser pasivo, dejó atrás el papel de marioneta, hoy busca que algo sancionado por primera vez en 1853 se cumpla. ¡La constitución, los derechos! Porque detrás de cada tanto por ciento de desocupados existe gente que se muere de hambre, números que exceden en sus cifras. Tomemos conciencia de que la vida no es un dibujito animado.